La inmovilidad de las extremidades inferiores en vuelos de más de 2 horas de duración, las largas esperas previas en los aeropuertos, así como la deshidratación y el consumo de alcohol, hacen que disminuya el retorno venoso en las extremidades, aumenten el hematocrito (la sangre se vuelve más espesa) y por lo tanto se favorece la aparición de trombos a nivel del sistema venoso profundo de las piernas, los cuales en una proporción no despreciable pueden emigrar hasta los pulmones.
Recomendaciones
· Cada 2 horas deberíamos poder andar o como mínimo estirar las piernas. Los pasajeros con riesgo aumentado: antecedentes de enfermedades circulatorias (varices, flebitis), antecedentes de enfermedad respiratoria severa (EPOC), trastornos de la coagulación, embarazadas y obesos, deberían poder disponer de los asientos cerca del pasillo o donde se encuentran las salidas de emergencia porque les facilita la movilidad y la deambulación. Los simples movimientos de rotación de los tobillos y los pies con el fin de favorecer el retorno venoso profundo y los masajes con alguna crema hidratante y relajante, para disminuir la pesadez y activan el retorno venoso también son beneficios..
· Ingesta abundante de líquidos en el caso de los viajes largos debería ser aproximadamente de 2 litros de agua, evitando el consumo excesivo de alcohol por que su diuresis forzada podría aumentar la deshidratación.
· Evitar la utilización de prendas muy apretadas y en caso de presentar varices o de antecedentes de trombosis venosa llevar medias o calcetines de compresión ascendente según la compresión recetada por el especialista.
· Evitar cruzar las piernas, y llevar equipaje entre las piernas que dificulten su movilización. · Utilizar en los vuelos largos alguna crema relajante que nos aporte sensación de bienestar y nos obligue a la practica de un pequeño masaje que favorecerá el retorno venoso de las piernas.
· En pasajeros con factores de riesgo y que no tengan contraindicación la toma de AAS (aspirina) a dosis de unos 200mg, unas horas antes de iniciar el vuelo ayuda a prevenir este síndrome. En caso de pacientes de elevado riesgo la receta por parte del médico especialista de HPBPM (heparina de bajo peso molecular) a dosis de 3000-4000 ui antiXa (corregidas según el peso) es la mejor prevención.
Por qué la necesidad de hidratar las piernas
La clínica de insuficiencia venosa se da en una proporción muy alta de la población de la cuenca mediterránea estimada sobre un 60%, es decir que presentan hinchazón, pesadez o cansancio de las extremidades inferiores, en algún momento. Un 10% de la población tiene síntomas o signos graves de insuficiencia venosa como dolor, varices grandes o atrofia cutánea.
La sequedad de la piel es un signo común en estos pacientes y la realización de masajes con cremas con alto contenido en alcohol (gel hidroalcoholico), si bien en un primer momento dan una sensación de frescor y bienestar, no hacen más que aumentar la sequedad de la piel, ya de por sí afectada en los casos más graves por la propia enfermedad vascular.
La hidratación con emulsiones refrescantes e hidratantes y la realización de un masaje circulatorio de unos 5 minutos, ascendente desde los tobillos hasta el muslo, sobre todo en la parte interna y posterior de las piernas (donde se concentrar los grandes troncos venosos superficiales), ayuda a disminuir los síntomas de pesadez, cansancio e hinchazón y al mismo tiempo la realización del masaje favorece la movilización de la sangre acumulada en las venas tanto superficiales como profundas.